Carol L. Guzmán.
Por: Carol L. Guzmán.
Abogada Master en Relaciones Internacionales, postgrado en Ciencias Políticas, Feminista especialista en Derechos de la mujer y Violencia de Género.

Hablemos de Sororidad.

En más de alguna ocasión hemos escuchado este término, o quizás más de alguna mujer a nuestro alrededor nos lo ha dicho en calidad de reclamo. ¿Pero entendemos que significa? O ¿entendemos la connotación a que se refiere? Hablemos ahora de “SORORIDAD”.

Etimológicamente tiene origen Latino, equivalente a “Fraternidad o Hermandad” (con Fraternidad se alude a una relación de amistad y solidaridad muy estrecha entre dos o más hombres).

Un dato curioso sobre el origen del término “Sororidad”, es que el famoso escritor Miguel de Unamuno en un texto publicado en 1921 plantea la necesidad de emplear un término equivalente a la palabra “fraternal” pero relacionada a las hermanas. Ya que fraternal viene de “Frater” (hermano) y Antígona era el latín “Soror” (hermana), por lo que convendría hablar de “Sororidad” o de “Sororal” equivalente a “Hermandad Femenina”.

La palabra no fue reconocida por la Real Academia Española (RAE) hasta el 21 de diciembre de 2018. Sin embargo, en las últimas décadas este término ha sido incorporada progresivamente en el activismo y en la literatura sobre mujeres.

Durante la denominada segunda ola del Feminismo (1960-1980) en los Estados Unidos, muchos grupos de mujeres se formaron en torno a intereses en común para prestarse apoyo mutuo y comprensión, empleando la palabra “Sisterhood” o “Sorority” para definir relaciones entre iguales.

Entonces, según la RAE, “SORORIDAD” es definida como:

Es que realmente no se trata de que seamos amigas o pensemos iguales, o que debemos estar de acuerdo en todo, o simplemente que nos debemos caer bien, la Sororidad va más allá de todo esto.

La Sororidad nos pide que nos juntemos, que formemos alianza para cambiar las reglas del juego que no fueron creadas por y para nosotras, pero que nos afectan.

A partir de ahora, olvidemos el tema de competencias, dejemos de pensar que somos rivales; mejor creemos relaciones en Sororidad, para lograr nuestro emprendimiento.

 ¿Qué debemos hacer?

Apoyar desde nuestra área, desde nuestra especialidad, desde nuestras capacidades y condiciones.

La Sororidad nos motiva a conectarnos entre nosotras y mirar hacia adelante con el propósito de empoderarnos.